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miércoles, 27 de octubre de 2010

CUARTO DÍA 29 DE JUNIO DE 2010

Pese a acostarnos tarde, nos levantamos a las 7:30. Desayunamos y nos preparamos para un día en coche. Fuimos primero al gran dique. El día estaba nublado y orballaba un poco. Vimos las esclusas y la diferencia de la altura del mar abierto y el cerrado. Dice la publicidad que estaba en chino, inglés, francés y alemán (por lo que se ve el idioma español no es representantivo) sobre unos 7 metros. Hicimos el recorrido de lado a lado.

Luego paramos un poco en Sneek, un pueblo pequeño donde la carretera y la acera se confunde. Había una panadería de las de antes y claro no podíamos dejar pasar la ocasión de comprar pan.

Seguimos hasta llegar a Urk, allí aparcamos en las afueras. Pensar que en los núcleos urbanos se paga la hora. Nosotros llevábamos las bicis con nosotros. Dos en el techo y las otras dos en el maletero.

Con las bicis, nos acercamos al puerto y a la zona de las casitas preciosas. Lloviznaba y estaba viento. Nos tocó ponerse forros polares. Como llovía tanto y la hora de comer se nos echaba encima, nos sentamos en el banco de una casa y mirando hacía el mar, nos comimos unos bocatas que sabían a gloria.

Luego de recorrer el pueblo, vuelta al coche y tomamos dirección Giethorn. Allí alquilamos una canoa con motor, que nos costó 17,5 €.
El día ya había despejado y hacia sol. Llegamos un poco tarde, y como jugaba España, el dueño nos recomendó una ruta, un poco más corta. Primero, nos pusimos al día en el difícil arte de pilotar una canoa a la velocidad de un pato.

Atravesamos una gran laguna para luego, entrar en los canales que a modo de calles, pasan por las casas del pueblo. Cada habitante tiene una barquita o canoa y la utiliza como si fuera un coche para desplazarse a todo los lados.

Fue un paseo estupendo, con unas casas preciosas y muy curiosas.
A las 7:00 iniciamos el regreso para llegar a tiempo al camping, de ver el partido de las 8:30, ESPAÑA-PORTUGAL.
Nos encanta lo de ir en bicis mezclados con la gente holandesa. Abueletes, niños, madres con 2 y hasta con 3 hijos (con bicis que pesan tanto que nos resulta raro que las puedan llevar), señores con corbata, es igual la bici es la reina de las calles.
Que no les extrañe, ya que por todos lados hay carril bici y mires a donde mires, siempre ves unas bicis pasando.

Bueno nos está tocando un tiempo fenomenal, por lo que nos preguntamos si cuando llueve sucede lo mismo.
Con el ordenador, haciendo funciones de televisión, vimos el partido en holandés, de maravilla. Ganó España por 1-0.

Los niños cenaron sopa y queso. Nosotros teníamos barbacoa, variada, ya que aquí preparan distintos tipos de carne, con distintos ingredientes, que nos obliga a probar todo. Qué le vamos a hacer, hay que esforzarse¡¡¡
De postre tomamos compota de manzana.
Cuando llegamos a Holanda, queríamos hacer el mismo horario que ellos, pero nos es imposible. Cuando empezamos a cenar, todo el mundo estaba en la cama y nosotros cenando.
No conseguimos acostarnos temprano. Ya son la una de la madrugada.
A dormir¡¡¡¡

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