CONTADOR DE VISITAS

domingo, 23 de enero de 2011

SÉPTIMO DIA 2 DE JULIO DE 2010


Hoy nos levantamos a las 7,10 pensando que eran las 8¡¡¡ A las 9:00 estábamos en el coche así que fuimos a Alkmar a ver la feria del queso. Hacía mogollón de calor y nostros con una maleta llena de chubasqueros y chaquetas en la caravana...

Esta temperatura nos recuerda al Algarve

Alkmaar es una localidad neerlandesa de la provincia de Holanda Septentrional, con una población de unos 94.000 habitantes.

La municipalidad también comprende las localidades de Koedijk y Oudorp. Estas localidades que antes formaban núcleos separados están hoy unidas por la urbanización efectuada entre los años 70 y 90 del siglo XX, durante los cuales la ciudad dobló su número de habitantes.

Alkmaar obtuvo la carta de municipalidad en 1254. La parte más antigua de la ciudad está asentada sobre un banco de arena que ofrecía alguna protección contra el mar. Aun así la ciudad está a solo unos metros por encima del resto del área, que constituye uno de los polders.

En 1573 la ciudad fue asediada por las tropas de Felipe II durante la guerra de los Ochenta Años. El fin del asedio de Alkmaar en 8 de octubre todavía se celebra cada año en la ciudad.

Actualmente la ciudad es más conocida por su tradicional mercado de quesos, especializado en las variedades locales. La ciudad tiene un museo del queso y un museo de la cerveza y también es conocida por el club de Fútbol AZ que en el transcurso del año 2006 estrenó un estadio nuevo a la orilla de la ciudad.

Su interés hoy es más bien turístico y es por eso que estamos aquí. También porque Inma ya estuvo con sus padres por estos lugares. El mercado de queso de Alkmaar en la Waagplein, es uno de los destinos populares turisticos de Holanda. Tradicionalmente el mercado de queso comienza el primer viernes de abril y el último día de la temporada es el primer viernes de septiembre. Cada viernes por la mañana (10.00-12.30 a.m.) el Waagplein es el escenario para este mercado tradicional del queso. Luego del saludo antiguo del golpe de manos, los comerciantes y los auxiliares que los transportan proceden a pesar los quesos. Es uno de los cuatro mercados de queso neerlandeses que aún existen. Este mercado de quesos comercia las variedades de queso que se producen en la zona local, en contraposición con otras famosas marcas de quesos holandeses tales como el queso Edam y el queso Gouda. Sin embargo no es posible comprar queso en el mercado mismo, el cual es unicamente una demostración de como los mercaderes operaban en el mercado en épocas pasadas. Sin embargo, la demostración, que se realiza enfrente de la casa de pesaje medieval, se encuentra rodeada por numerosos puestos especializados en los que es posible comprar todo tipo de quesos y otros productos relacionados. Nosotros aprovechamos para comprar una bolsa que costaba 10 E y traía un pedazo de varios tipos de quesos, así los probamos sin comprar todo el queso.

La Waag (o casa de pesaje) aloja a la oficina de turismo local y al museo del queso. Alkmaar también tiene dos teatros y un cine.

martes, 9 de noviembre de 2010

SEXTO DÍA 1 DE JULIO DE 2010

Nos levantamos a las 8:00, desayunamos, preparamos la salida y rumbo a Harlem. Dejamos el coche en las afueras y paseamos con la bicis. Es la octava ciudad de Holanda, y un centro farmacéutico y Tulipanera.
Tiene una plaza muy bonito con edificios antiguos que recuerda su origenes comerciales. Allí entramos en una tienda a una holandesa, que pasaba sus vacaciones (50 días) en España. Su español era muy bueno y estaba pegada a la catedral, medio iglesia y medio mercado. Es de estilo gótico.
Luego nos fuimos en dirección a Heiloo y allí aparcamos y en la bici nos fuimos a la playa, a unos 14 km ida y vuelta¡¡¡¡
En la playa, una de las mejores de Holanda, Egmond aan Zee, parecía como si estuvieramos en Benidorm, pero en miniatura.
Había mucha gente, los niños se bañaron y nosotros tomamos el sol. Yo no me bañé por el agua fría y Manuel por su dolor de lumbago, que le está dando el viajecito.
A la vuelta nos encontramos en la carretera de vuelta con varias atraciones de feria. Se montaron Inma, Marta y Alex y era tal la velocidad y los saltos que daba (una especie de saltamontes) que tuvimos que pedir que parara para que se bajase Alex, ya que se mareaba.
Luego decidimos probar suerte en otra, que eran unos coches que iban anclados en el suelo de madera que giraban hacia delante y hacia atrás. Yo fui con Alex y Inma con Marta. Comenzó lento e incluso le hice el comentario a mi hijo, y el me dijo "espera Papá", parecía una atración endemoniada, iba a toda leche, al final parecía que se iba a soltar y cuando paró Alex me dijo "Papá, ahora va hacia atrás"... si comentarios¡¡¡¡
Volvimos al camping, sobre las 8:00, Cenamos juntos barbacoa de algo nuevo como siempre y tocó pinchos de carne y piña, todo con arroz. Marta fue la cocinera y Alex el pinche de la barbacoa. Alex se quejó del dolor de barriga y sólo tomó arroz.
Los niños se fueron para cama rápido y nosotros preparamos la salida de mañana. Al final fuimos paa cama a las 12:30.
Sigue haciendo calor y buen tiempo. Hoy nos dijo una chica que hablaba español, que esta semana está haciendo un calor nada habitual y que dicen que va a durar como mínimo hasta el domingo. Esperemos que sí. Los niños aquí están de vacaciones hasta el 15 de Agosto y pensar que las empiezan el 9 de julio.

viernes, 5 de noviembre de 2010

QUINTO DÍA 30 DE JUNIO DE 2010


Nos levantamos a las 7:30. Desayunamos dentro porque estaba cubierto y húmedo. Preparamos todo para salir. Como siempre buscamos la autopista. El mapa nos lleva a la confusión hasta que conseguimos la dirrección correcta. Salimos en dirección ENKHUIZEN, un pueblo muy bonito con casas y calles de ladrillo. Lo primero es ver el dique


Luego nos fuimos a Hoorn. Como siempre aparcamos en las afueras y lo hicimos en aparcamiento de un supermercado. Bajamos las bicicletas del gordo y recorrimos Hoorn (cuerno) un pueblo precioso y pintoresco muy preparado para el turismo.


Las calles estaban llenas de puestos y allí tomamos un goffre y unas galletas, compramos un pan de molde artesano, de semillas, de esos que te cortan al momento.


Compramos alguna cosilla y paseamos por el pueblo.

Este pueblo tenía algo muy curioso. Nos encontramos con un edificio que parecía una iglesia y que seguro en su momento lo fue. Pero al entrar nos encontramos con una tienda de ropa.

¡¡qué fuerte¡¡¡


Bueno al coche y rumbo a Volendam. Allí ya hacía sol y calor, comimos en el puerto unos bocatas con nuestro rico pan de semillas. Teníamos el mar del norte como entretenimiento, viendo llegar a los barcos.


El pueblo es típico marinero y estaba lleno de excursiones, algunas de españoles. Lo que era el embarcadero estaba lleno de gente el resto del pueblo parecía medio desierto.


Las bicis nos permiten cubrir distancias que andando para los niños sería muy aburrido. Las casas son todas de colores, de MADERA.

Buenos de nuevo al coche, y a Marken, tomamos melón de merienda y de nuevo en bici. Paseamos por el pueblo de casas de madera verdes y bordes blancos. Nos decepcionó un poco.


Volvimos tarde, al camping. Nos tocó duchas. Los niños cenaron antes y nosotros barbacóa, pero más tarde. Luego estuvimos dando un paseito y jugando con ellos al escondite. Nos acostamos para variar tarde, a las 24:30 horas.


A dormir¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡.

miércoles, 27 de octubre de 2010

CUARTO DÍA 29 DE JUNIO DE 2010

Pese a acostarnos tarde, nos levantamos a las 7:30. Desayunamos y nos preparamos para un día en coche. Fuimos primero al gran dique. El día estaba nublado y orballaba un poco. Vimos las esclusas y la diferencia de la altura del mar abierto y el cerrado. Dice la publicidad que estaba en chino, inglés, francés y alemán (por lo que se ve el idioma español no es representantivo) sobre unos 7 metros. Hicimos el recorrido de lado a lado.

Luego paramos un poco en Sneek, un pueblo pequeño donde la carretera y la acera se confunde. Había una panadería de las de antes y claro no podíamos dejar pasar la ocasión de comprar pan.

Seguimos hasta llegar a Urk, allí aparcamos en las afueras. Pensar que en los núcleos urbanos se paga la hora. Nosotros llevábamos las bicis con nosotros. Dos en el techo y las otras dos en el maletero.

Con las bicis, nos acercamos al puerto y a la zona de las casitas preciosas. Lloviznaba y estaba viento. Nos tocó ponerse forros polares. Como llovía tanto y la hora de comer se nos echaba encima, nos sentamos en el banco de una casa y mirando hacía el mar, nos comimos unos bocatas que sabían a gloria.

Luego de recorrer el pueblo, vuelta al coche y tomamos dirección Giethorn. Allí alquilamos una canoa con motor, que nos costó 17,5 €.
El día ya había despejado y hacia sol. Llegamos un poco tarde, y como jugaba España, el dueño nos recomendó una ruta, un poco más corta. Primero, nos pusimos al día en el difícil arte de pilotar una canoa a la velocidad de un pato.

Atravesamos una gran laguna para luego, entrar en los canales que a modo de calles, pasan por las casas del pueblo. Cada habitante tiene una barquita o canoa y la utiliza como si fuera un coche para desplazarse a todo los lados.

Fue un paseo estupendo, con unas casas preciosas y muy curiosas.
A las 7:00 iniciamos el regreso para llegar a tiempo al camping, de ver el partido de las 8:30, ESPAÑA-PORTUGAL.
Nos encanta lo de ir en bicis mezclados con la gente holandesa. Abueletes, niños, madres con 2 y hasta con 3 hijos (con bicis que pesan tanto que nos resulta raro que las puedan llevar), señores con corbata, es igual la bici es la reina de las calles.
Que no les extrañe, ya que por todos lados hay carril bici y mires a donde mires, siempre ves unas bicis pasando.

Bueno nos está tocando un tiempo fenomenal, por lo que nos preguntamos si cuando llueve sucede lo mismo.
Con el ordenador, haciendo funciones de televisión, vimos el partido en holandés, de maravilla. Ganó España por 1-0.

Los niños cenaron sopa y queso. Nosotros teníamos barbacoa, variada, ya que aquí preparan distintos tipos de carne, con distintos ingredientes, que nos obliga a probar todo. Qué le vamos a hacer, hay que esforzarse¡¡¡
De postre tomamos compota de manzana.
Cuando llegamos a Holanda, queríamos hacer el mismo horario que ellos, pero nos es imposible. Cuando empezamos a cenar, todo el mundo estaba en la cama y nosotros cenando.
No conseguimos acostarnos temprano. Ya son la una de la madrugada.
A dormir¡¡¡¡

martes, 26 de octubre de 2010

TERCER DIA 28 DE JUNIO DE 2010

Nos levantamos temprano y coger las bicis para ir a Amsterdam. Esta vez la idea era acercarse a la plaza Dam. Ayer las dejamos un poco lejos, por lo que decidimos subir por el rio hasta el Stadhuis o la lado del Muziektheater. Había sitio de sobra y la zona nos daba confianza. Las dejamos delante de la cafetería del museo. Juntamos las cuatro bicis y le pusimos cuatro candados. Uno de ellos era el pitón de la moto. Como habréis escuchado el deporte nacional es robar bicis, por eso todos llevan modelos que parecen hierros con ruedas.

Caminamos pasando por el Munttoren, calle Rokin en dirección a la Central Station. Al consultar en Internet, en Amsterdam.info, no recomiendan dividir la ciudad por circuitos, por lo que nos aventuramos a hacer el que figura como primero. Este nace en la estación y nos lleva hacia el barrio Jordan. Nos muestra las casas típicas de la ciudad, las que suelen aparacer en las postales. Fachadas de ladrillo, unas delgadas, otras anchas, pasamos por los canales de Singel, Herengracht, Keizergracht y Prinsegracht.

En el puente Lenkkersluis os podéis encontrar una buena zona para sacar fotos interesantes, allí está el café Papeneiland, el más antiguo de Amsterdam.

En el paseo en dirección a Prinsegracht, fuimos a la casa donde Ana Frank y su familia se escondieron de los nazis. Aún estaba el castaño que ella veía desde su ventana y que el 24 de agosto una tormenta tiraría abajo. Pasamos por NooderKesk Iglesia, delante de la cual había un mercado que sólo funciona los lunes y los sábados. Vendían unos zumos de naranjas recien esprimidas, por un euro el vaso que estaba fenomenal. Al final nos tomamos otro, ya que no nos pudimos resistir. Callejear por los canales es una delicia y más pensando que el tiempo que etamos teniendo no es normal, ya que aquí llueve un día sí y otro también.
Seguimos en dirección a Leidseplein, parando en cada rincón para ver y tomar pequeños tentempiés. Los canales permiten amarrar a los lados barcazas que funcionan como casas, muchas de ellas no están dadas de alta y sin embargo tienen luz y agua.
Al llegar a la zona de Leidseplein, nos encontramos con teatros, cafés, bares y sitios de mucha animación.
Visitar con niños tienen también muchas limitaciones ya que nos obliga a ir lentos y inventar pequeños juegos para animar la marcha. Lo que no nos está permitido es visitar museos, pero... otra vez será.

Holanda jugaba octavos de final, del Mundial de futbol, y ganó por lo que había mucho ambiente naranja. Hicimos el recorrido en barco, muy bonito e interesante, nos costó 27€.

Vuelta en bici, otros 13,5 km, no nos perdimos, y al llegar al camping fuimos al super C-1000 a +-2km, donde compramos para hace barbacoa. Los niños cenaron puré y queso fresco. Lo nuesto fue churrasquito con ensalada más calabación. Sobremesa de galletas típicas holandesas, chupito e internet. Con las bromas estuvimos hasta la una de la mañana.
Así no hay quien descanse.

miércoles, 18 de agosto de 2010

SEGUNDO DIA 27 DE JUNIO DE 2010

Hoy es por calendario nuestro primer día de vacaciones. Desayunamos bien y nos vamos a Amsterdam. Íbamos a ir en metro, dado que en las guías no decían que es una ciudad que no está hecha para los niños. Que los ciclistas van a su aire y que tiene demasiado tráfico.
Pero tras insistir mucho, Inma preguntó a la señora del super, y esta le dijo que eran 40 minutos, todo por carril bici, señalizado y seguro.
Luego os diré cuantos kilómetros hemos hecho en total, pero pensar que con nosotros van dos campeones de 6 y 8 años, con bicis pequeñas y que estamos hablando de 15 kilómetros.

Pues, volvimos a la caravana, cogimos las bicis y a la aventura. Fue un paseo, precioso, muy fácil de hacer, ya que todo es plano. Holanda es el país de las bicis. Nosotros llevamos dos bicis rueda 20´ y dos ruega 26´. Aquí la mayoría por no decir todas tienen rueda 28´. El camping queda con respecto a Amsterdan al sur-este, por lo que al subir nos encontramos con una estación de tren, que al principio pensamos que era la Estación Central. Había miles de bicis, algunas con una aspecto de llevar años allí paradas, otras tiradas en el suelo... la gente no se compra una bici nueva, ya que es muy normal que te la roben, lo que hacen es comprar una segunda mano, que incluso pueden valer 10€.

Inicialmente pensamos en dejar la bici pero tras un pequeño tentempié, y tras comprobar que no era esa estación, decidimos continuar, ¡¡¡menos mal que no las dejamos, ya que aún estábamos a mucha distancia de la plaza Dam.
Durante el trayecto hemos cruzado muchos canales, mediante un puente levadizo, que permite el paso de los barcos, es muy rápido y la gente es muy respetuosa con las señales.

Yo le digo a los amigos que si dos latinos se encuentran en un cruce, los dos se pelean por ver quien pasa antes, mientras que en holanda se quedan mirando el uno para el otro a la espera de que uno de los dos pase, parece exagerado pero...

Sigamos, circular con la bicicleta es un paseo, vamos paralelos al Binnen Amstel, hasta llegar a la calle Weespersijde y en el cruce con la calle G. Florisstr. dejamos las bicis, es una calle llena de barcos habitados como casa. Se ve un barrio muy bonito.

Como veis el cuidado por las bicis era mínimo y nosotros tampoco nos preocupabamos mucho, salvo si os fijáis bien... le hemos puesto cuatro candados...¡¡¡¡
Toca caminar, y eso Os Virulos, lo hacen fenomenal.
Subimos paralelos al canal Amstel, sin rumbo fijo, pero con la idea de ir teniendo una visión de las distancias. Mientras caminamos, nos vamos perdiendo por las calles que nos van apareciendo, a derecha e izquierda.
Pasamos por la torre de Montelbaanstoren, construida en 1512, era el frente oriental del puerto, y señalaba el límite nororiental de la ciudad.
Amsterdam es conocida como la Venecia del norte, por su red de canales.
Pasamos por el Muntplein, pintoresca encrucijada de calles y canales dominada por la Munttoren (torre de la Ceca) siglo XV, transformada en campanario. La plaza y la orilla del Singel, constituyen el gran mercado de flores de Bloemenmarkt, donde Inma sufrío mucho para no llevarse todo.

Aquí empieza Rokin, una de las calles más importante y que desemboca en la plaza Dam.
Conforme caminamos nos vamos arrepintiendo de no haber seguido con las bicis y dejarlas tan lejos.
Al llegar a la plaza nos compramos un helado y pagamos el plus por hacer pis, esta vez fueron 50 ctmos. La plaza está llena de gente y de extaños personajes disfrazados de la guerra de las galaxias, moustros, estátuas, Michael Jackson, en fin la idea es llamar la atención que te saques una foto con ellos y a cambio le des la voluntad.

Hoy para comer tenemos bocata, y compramos el pan en una panadería de la calle Rembradtplein.

Es domingo, y hace un día explendido. Los holandeses utilizan los canales como si fueran calles y subidos en sus barcas, con comida, bebida y música, se dedican a pasar de un canal a otro, unos detrás de otros.

Para no perdernos el espectáculo, nos sentamos en la orilla y aprovechamos para comer nuestro bocata. La comida fue muy amena y es gracioso como se divierte esta gente.
Toca volver al camping, ya que estamos un poco cansados y con ganas de reponer fuerzas. Inma tiene preparado para hoy cotobeliños como salchichas.
Por lo demás preparar la salida de mañana y a dormir, que toca madrugón y más patear.

lunes, 16 de agosto de 2010

PRIMER DIA, 25 DE JUNIO DE 2010


Después de tantos preparativos, hoy salimos para Holanda. Hemos trabajado por la mañana y salimos a las 15:00 horas. Tras una comida ligera, tenemos todo preparado y salimos de Bastiagueiro-Oleiros-A Coruña, a las 17:14 horas. Esto se consigue, gracias a que Inma tiene todo preparado.
Tuvimos que volver ya que me quedó en el contacto de la moto, la llave y con las prisas ya saben... menos mal que estabamos cerca.
Salir de Galicia, hacia Europa, supone recorrer una gran parte de España, ya que estamos en una esquina. La carretera una delicia, todo autopista. Lo malo es que algunas son de peaje. Hemos ido por Lugo-León-Burgos, ya que por el norte en dirección Santander, está muy complicado.
Los kilómetros se van sucediendo y al llegar a Burgos, nos dirigimos a San Sebastián con la idea de entrar en Francia por Irún.
Acaba de empezar el partido España-Chile, ganó la roja por 2-1. Menos mal ya que el primer partido lo perdimos contra Suiza, por 1-0.
El Kia tira de la caravana que no se entera, ya que mantenemos un ritmo de 110-120 km/hora, sin mucho esfuerzo y consumo. Casi todo el peso, avance, maletas, lo llevamos en el coche, por lo que la caravana debe estar en unos 800 - 850 kg.
Paramos en Burgos a cenar, son las 22:00 horas, y tenemos de menú una tortilla de pataca y unos bistek de pollo. Como bebida, tenemos zumo, coca cola y para mí un Red Bull.
Estamos en Irún y son las 2:00 de la mañana, llenamos el depósito a tope a 1,10 €/litro, sabiendo que en Francia está bastante más cara, sobre todo en las autopistas. Allí los precios oscilan entre los 1,22 y 1,32 €/litro.
Hemos calculado la ruta a seguir mediante internet, el cual en un turismo nos decía que se tarda 18 horas. Mis cálculos me decían que con paradas, podemos tardar 24 ó 25 horas.
Tenemos contratada la noche del sábado.
Estamos circulando por la autopista con muy poco tráfico, es noche cerrada y no nos olvidemos que es la segunda noche más corta del año. Al principio nos funcionó el Via-T, pero luego teníamos problemas para leer nuestro código y terminamos pagando con la tarjeta de crédito.
Los kilómetros caen lentamente, llevamos un crucero de 110 - 120 km por hora. Para planificar el viaje, seguimos la guía Michelin, imprimiendo la ruta que me va cantando Inma. Los GPS, son tan sosos¡¡¡ y no les puedes gritar si se equivocan¡¡¡
Por cierto ella no se equivoca.
Según esta Guía, con los datos de turismo con caravana, nos dice que tardaremos 20 hroas y 56 minutos, y que la distancia recorrida es 2010 km.
Aunque nos indicó alguna vez datos con ambigüedades, por regla general nos ayudó mucho a llegar a Amsterdam.
Seguimos circulando, hemos pasado por París, sin ningún problema, circundando la ciudad, por el periférico sin problemas.
Llevamos el aire acondicionado, funcionando, sino nos asamos.
Las autopistas francesas son caras y malas. En Bélgica y Holanda son gratuitas.
Al llegar a Bélgica, todos estamos ya cansados del coche.
Son las 6:30 de tarde y ya estamos delante del Camping Gaasper. Escogimos éste y no el que teníamos selecionado inicialmente, porque por internet nos decía que estaba muy bien comunicado y no tenía tanto ruido de chavalada. En una palabra es más familiar y nosotros por la noche DORMIMOS...
Al final salimos de Coruña a las 17:14 horas del viernes y llegamos a Amsterdam a las 18:30 horas del sábado. Son 25 horas y media, con paradas para repostar, cenar, desayunar y comer.
El coche apenas gastó aceite y el consumo sobre un 8,5 litros a los 100 km.
Los niños se han portado muy bien, soportaron el viaje tranquilos, con chuches y películas en sus dos pantallas de DVD.
Nos hemos encontrado con muchas, muchas caravanas, por el camino, la mayoría grandes para el coche que tira de ellas. Circulan más rápido que nosotros, van sobre los 100 km por hora, incluso algunas llevan la señal de límite de velocidad a esos 100 Km/h.

La mayoría son parejas de edad avanzada con perro. No debemos olvidar las bicis que muchos holandeses llevan en la parte de trasera de la caravana.
Nos hemos encontrado con muy poca policía, y los radares nos los iba cantando la guia Michelín. Aunque la velocidad máxima estaba entorno a 120 - 130 km/hora, con la caravana, el límite es 100 Km/hora.
Bueno no os aburro más con datos del viaje, lo podéis consultar por internet, rutas, paradas...
Volvamos al Camping¡¡¡

Nos atiende un estirado, con pinta de Inglés, que tiene menos vida social que Mr. Bean. Nos acompaña en su bici hasta la parcela que ya habíamos reservado para 7 ó 8 días. Son muy grandes, separadas unas de otras por grandes setos, y con suelo de cesped natural. El camping tiene un aspecto fenomenal. Y sol todo el día, que dado el calor que hacía no teníamos muy claro que fuera un ventaja.
Los que me conocen saben que lo primero que hago al llegar al camping es ponerme a montar, centrando mi atención en hacerlo rápido y bien. Hasta dicen las malas lenguas que me vuelvo un poco ¡¡¡pesado¡¡¡
El tiempo fenomenal, mucho calor y eso que estamos en Amsterdam.

La primera sorpresa es que se paga las ducha, y que es la única opción, o caliente o nada. Por el precio de 0,80 €, te sale un "chorrito" que dura 5 minutos, según la máquina, justo para Alex y yo, pero para las chicas demasiado corto.
En la recepción nos avisan de que no hay internet.
Montamos el avance y las cosas de dentro. Como siempre digo, todo tiene su sitio y por lo tanto lo hacemos bastante rápido.

Después de montar todo, nos fuimos a conocer los alrededores. El camping está dentro de un inmenso parque, con campos de futbol, tenis, picaderos de caballos, etc.
Está a 15 km de Amsterdam, y exiten infinidad de carriles bicis, en Holanda el ciclista es el rey de la carretera. Nosotros sólo veíamos a inmigrantes, negros, latinos en coche, los holandeses parece que sólo tenían bicicleta.

El paseo tenía por objeto comprar el pan, pero en Holanda los super cierran a las 18:00 horas, y el del camping no va a ser menos. Nos dicen que vayamos a la gasolinera Shell que hay muy cerca, lo que nos deja ver que al lado del camping hay un pequeño lago y una zona con cesped donde familias de negros, celebran un pinic con música, comida, parece que se lo pasan bien en grupo.
Nos volvemos con un sucedaneo de pan, que al menos encontramos. Nos apetece un baño compartido de cinco minutos, para luego cenar cotoveliños con salchicha. Nos vamos para cama, hace demasiado que no me acuesto en una cama, y llevamos demasiados kilómetros encima. Os recuerdo que hemos salido de viaje el viernes por la tarde, llegamos a Amsterdam el sábado y que mañana es domingo.
Hasta mañana.